El sistema global de cooperación internacional enfrenta una crisis sin precedentes, con graves consecuencias para la financiación climática, la ayuda humanitaria y las políticas con enfoque de género. La decisión del gobierno de los Estados Unidos de suspender las actividades de USAID en todo el mundo, retirar fondos de agencias clave de la ONU—incluyendo UNICEF, la Organización Mundial de la Salud, el Programa Mundial de Alimentos y el Consejo de Derechos Humanos de la ONU—, así como congelar el apoyo financiero a la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA) ha debilitado drásticamente la estructura global de ayuda.
Al mismo tiempo, otros grandes donantes están reduciendo significativamente en sus contribuciones. Francia ha anunciado un recorte del 40 % en su presupuesto de ayuda internacional, la Unión Europea disminuirá su apoyo en un 35 % en los próximos tres
años, y Suiza ha reducido su financiación a las agencias de la ONU. Además, los cambios políticos en Alemania podrían llevar a políticas migratorias más restrictivas, afectando aún más la distribución de la ayuda internacional.
Estas reducciones en la financiación ocurren en un momento en que las regiones vulnerables, especialmente África y América Latina, enfrentan un aumento en la frecuencia e intensidad de los desastres climáticos. África, con una capacidad limitada de adaptación y resiliencia climática, ha sido particularmente afectada. Según la base de datos EM-DAT, los desastres naturales en 29 países africanos causaron 17,507 muertes y afectaron a 10 millones de personas solo en 2023. Munich Re, una de las principales reaseguradoras globales, estima que las pérdidas económicas totales por desastres naturales relacionados con el clima en África alcanzaron los 8 mil millones de dólares en el mismo año.
Si bien los desastres climáticos impactan a toda la población, no son neutrales en términos de género. Las mujeres y las niñas se ven afectadas de manera desproporcionada debido a desigualdades estructurales, limitaciones en el acceso a recursos y normas sociales que restringen su acceso a información crítica, preparación ante desastres y esfuerzos de recuperación. La disminución del financiamiento para la cooperación internacional agrava aún más estas vulnerabilidades, dificultando la construcción de resiliencia climática en las comunidades más afectadas.
Ponentes
Susana Cruickshank
Socióloga, magíster en Cooperación Internacional para el Desarrollo, directora del Centro de Estudios en Cooperación Internacional y Gestión Pública, AC (CECIG)
Eva Kavuma
Directora General (encargada) African Risk Capacity
En colaboración con
Webinar organizado en el marco del Certificado Ejecutivo en Género y Desarrollo para América Latina y del Certificado Ejecutivo en Género y Gestión de Riesgos en Contextos de Cambio Climático.
cONTACT
David Morales
Responsable de programa
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